Los Guájares tras incendio, dos años después:
Aunque aun hay pérdida de suelo, está habiendo también una buena regeneración (término medio) Algunas zonas tienen más vegetación que otras. Queda superficie donde no crece nada, quizá por el arrastre de suelo por las lluvias esporádicas.
Las especies “rebrotadoras” (esparto, lentisco, enebros, coscojas…) están creciendo bien desde raíz. También hay mucha diversidad de herbáceas y una preciosa floración, que atrae vida a la zona.
Es habitual en la cuenca mediterránea que tras un fuego crezcan especies que antes no tenían la posibilidad por factores como la sombra, por ejemplo. Estas semillas estaban latentes en el suelo a la espera de una perturbación, y ahora con todo el sol disponible, las especies durmientes afloran. Con el tiempo el paisaje se irá reequilibrando conforme la vegetación previa vuelva a ocupar su lugar, y estas oportunistas se irán relegando a los nichos disponibles en función a la conformación del nuevo bosque.