Antiguamente se observaba “la montanera” a mediados de agosto, esto es, ver cómo de cargadas estaban las encinas de bellotas para organizar la cría y engorde del ganado.
En Semillistas, para saber si tendremos cosecha suficiente para la reforestación, hacemos igual. Hemos tenido dos años en los que no había nada de bellotas bien formadas, se quedaban ridículamente pequeñas, y teníamos que ir lejos a buscarlas.
El año pasado tuvimos una buena cosecha, porque pese a que fue uno de que menos llovió en La Alpujarra en décadas, dio la casualidad que llovió a principios de junio, lo que favoreció que se salvasen muchas cosechas.
Este año hemos tenido casi 600 litros de precipitaciones, y se concentraron entre enero y marzo. En primavera casi no hubo lluvias, pero había agua en profundidad, y se está notando en los signos de la montanera: Las bellotas pese a todo están prosperando!
Sin embargo, en lugares más rocosos de las montañas, sí que se aprecia el estrés hídrico (segunda foto) donde vemos que la bellota no ha salido de su cúpula. Tan solo se salvaría si hubiera un buen comienzo del otoño, crucemos dedos.