Situación de las lluvias en Andalucía 2021 – 2022

Situación de las lluvias en Andalucía 2021 – 2022

Las lluvias son la condición indispensable para los proyectos de restauración ecológica. Sin lluvia, no se pueden plantar árboles, y las semillas que sembramos no germinarán. En cambio, el bosque mediterráneo tiene una especial resistencia a periodos prolongados de sequía. Gran parte del agua que necesitan los árboles y los arbustos procede de la humedad ambiental que recogen las hojas. Son como grandes recipientes de agua que, por la noche se recargan de agua, y por el día la utilizan para respirar y realizar la fotosíntesis. Las lluvias hacen que los árboles crezcan más, pero no es necesaria (hasta un punto) para que vivan. Pero la lluvia sí es extremadamente necesaria para que se puedan dar los procesos de regeneración, ya sean naturales o controlados por el ser humano. Un árbol recién plantado o una semilla que acaba de nacer necesita que ese año llueva lo suficiente para afrontar su primer verano, que Andalucía tiene actualmente una duración media de 6 meses sin lluvias.

Durante el otoño de 2021 e invierno de 2022, Sierra Lujar ha recibido muy escasas lluvias, del orden de lo que suele llover en Arabia Saudí. Han caído unos 50 litros por metro cuadrado, cuando lo normal hubiera sido 250 litros. Esta situación, especialmente grave en el sur de España, se ha generalizado en mayor o menor medida en toda España. Está siendo uno de esos años en los que se desencadenarían hambrunas, si no fuera porque somos un país occidental con energías fósiles. En Andalucía, los embalses han restringido el agua para el uso en las ciudades, y los agricultores no podrán podrán realizar cultivos de regadío este verano. Se estima que hay agua para abastecer las ciudades durante dos años más.

Aunque las plantas de nuestros montes pueden soportar sequías, la falta de agua tiene sus consecuencias en el ecosistema. Este año hemos podido observar en Sierra Lujar como en los pinos adultos hay un exceso de procesionaria (Thaumetopoea pityocampa), haciendo que los más débiles lleguen a secarse. La falta de agua también a provocado que las encinas (Quercus ilex) no hayan producido bellotas, que las lombrices permanezcan bien profundas en el suelo y que no pudieran desarrollarse las plantas anuales que alimentan con sus hojas frescas y sus raíces a los mamíferos de la sierra. Así, jabalíes, cabras montesas, ratones, etc, han padecido hambre, y se espera una alta mortalidad. En el “Camino de los mineros” de Sierra Lujar sembramos bellotas protegidas con malla de alambre (técnica de la Universidad de Palencia). El estrés en los jabalíes era tan alto, que cortaron con sus dientes el alambre de 350 protectores para comerse las dos bellotas que contenían cada protector. Este tipo de protectores nos funcionaron de maravilla en la Alpujarra, donde las acequias de la época morisca mantienen un ecosistema húmedo, donde los jabalíes sí tenían comida y no necesitaban romperse sus dientes para obtener un par de bellotas encerradas en una malla.

Con respecto a nuestras actividades de siembra, el año ha sido muy frustrante debido a la falta de lluvia. Pero, por otro lado, hemos aprendido mucho y nuestra innovadora metodología de siembra de semillas ya ha incorporado la forma de resolver situaciones de irregularidad pluviométrica, que cada vez serán más frecuentes en el contexto de cambio climático en el que nos encontramos. No somos los únicos, un gran número de proyectos de reforestación en España han tenido que suspender sus actividades este año. 

 

La mayoría de semillas que sembramos en octubre están recibiendo ahora (marzo) sus primeras lluvias. Están empezando a nacer, pero sabemos que el inminente verano acabará con casi todas ellas. Por eso sembramos en otoño, para que las pequeñas plántulas tengan tiempo para desarrollarse antes de la llegada del primer largo verano. 

 

Ya estamos organizando las siembras del próximo otoño. Todos los árboles y arbustos que no se hayan establecido este año, se volverán a sembrar el próximo otoño. La falta de lluvias nos anima a intensificar nuestro trabajo, sabemos que son los árboles los que llaman a la lluvia, y que más que nunca necesitamos acelerar la regeneración de nuestros bosques.

Más artículos

Cosechando Retama

Como os anunciamos, el sábado pasado salimos a cosechar semillas de Retama. Fuimos un grupito de 10 voluntarias de todas las …